La Iglesia Católica, a través del mensaje del Sermón de las Siete Palabras, se proclamó en contra del aborto y de las intenciones de algunos grupos de que sea despenalizado en el proyecto de reforma constitucional y, del mismo modo, dejó clara posición en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo, cuya iniciativa también existe.
Al mismo tiempo, en los mensajes coincidieron en expresarse en contra del narcotráfico, el crimen organizado, la desatención social de los enfermos y las desigualdades sociales.
En la primera palabra “Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen, cuya reflexión estuvo a cargo del padre Manuel Ruiz, de la parroquia Santa Cecilia, éste pidió a Dios que perdonara “a los legisladores, que en este momento promueven la variación del artículo 30 de la propuesta de reforma constitucional, que establece el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte, porque les han dicho que eso es un concepto de la moral católica no avalado por las ciencias”.
Del mismo modo, el padre Lorenzo Vargas, quien moderó a los sacerdotes y diáconos que pronunciaron el Sermón de las Siete Palabras, instó a la población cristiana a que se oponga de manera abierta y contundente a la iniciativa que plantea despenalizar el aborto, y pidió firmar una carta en favor de la vida que la Iglesia Católica llevará hasta el Congreso, donde al reclamo en contra del aborto y de la legalización de relaciones de parejas homosexuales está contenido en algunas propuestas, para que se entienda que, la obstrucción de la vida no puede ser permitida, por lo que la exigencia predominante es que en lo respectivo al tema se deje tal y como está consignado en la actual Constitución.
En la Tercera Palabra a cargo del diácono Franklin de la Cruz, “Mujer, he ahí a tu hijo, hijo he ahí a tu madre”, recordó la condición sagrada para los cristianos de la maternidad, expresada en María.
“Ruego por aquellos que no te reconocen y que son capaces de llamarse cristianos sin tener una madre”, dijo. Se expresó en contra de los grupos que en el país promueven el aborto, a quienes les preguntó que cuál respuesta darían a Dios cuando preguntara ¿dónde está tu hijo?
En la Cuarta Palabra “Dios mío, por qué me has abandonado?, el padre Alejandro Cabrera, párroco de Gualey, se expresó en contra de las desigualdades, de la injusticia, del desempleo, de la violencia, del crimen organizado, de la delincuencia y el narcotráfico, de la falta de atenciones a los enfermos sin ningún recurso, de la inseguridad social, de la desintegración familiar y del pecado.
Mientras, la Quinta Palabra “Tengo Sed”, sirvió para que el padre Darío Bencosme, de la parroquia del empobrecido barrio de Gualey, expresara que una muestra de cómo están las cosas cuando los hombres se han alejado de Dios está significada en quienes luchan para que se legalice la práctica del aborto, práctica que “será inaceptable ante los ojos de Dios y por lo tanto de la Iglesia”. Del mismo modo, reflexionó que no hay circunstancias, ni enfermedad, no hay situación de peligro que justifique tan horrendo crimen.
En el sexto mensaje, “Todo está Consumado”, Fray Demetrio de Jesús, de Los Capuchinos, respaldó las palabras del Papa Benedicto XVI al recibir al embajador Víctor Grimaldi y demandó, tal como lo hiciera la Conferencia del Episcopado Dominicano, que se mantenga íntegra e inalterable la propuesta del artículo 30 de la Reforma Constitucional que proclama: “El derecho a la vida es inviolable desde la concepción hasta la muerte. No podrá establecerse, pronunciarse ni aplicarse en ningún caso la pena de muerte”.
De igual manera el contenido del artículo 44 en lo referente a la familia, que dice: “El matrimonio de un hombre y una mujer es fundamento de la familia”.
En la segunda y la séptima palabras, “Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el reino de los cielos” y “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”, se citó en el primer caso lo difícil que resulta para un rico entrar al reino de los cielos y en segundo caso el sacerdote se pronunció en contra de las tinieblas de la injusticia, de la corrupción de algunos “lacayos y malvados de nuestros tiempos”.
LLAMADO DIRECTO A LOS LEGISLADORESEl padre Lorenzo Vargas, al término del acto religioso en que se leyeron las siete palabras, pidió a “todos los dominicanos y dominicanas de buena vountad, especialmente a los católicos, a los hombres de fe, a que firmen la carta que enviarán a la Asamblea Nacional proponiendo dejar como está el artículo 33 que proclama sobre la concepción y la vida hasta la mauerte natural.
Además del 44 que dice la familia se fundamenta en la unión de un hombre y una mujer y no de otra manera. “Todas las parroquias están abiertas para que todos nos hagamos sentir nuestra voz ante el Congreso Nacional”, significó.
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